¿Te suena el concepto «Economía circular»?
Lleva algún tiempo implantado en el sector del automóvil, y más concretamente en las empresas de recambios de automóvil y talleres de coches. Comencemos aclarando este concepto, por si alguien aún no ha terminado de entenderlo bien.
La economía circular es al antónimo a economía lineal. Tradicionalmente, la industria y el consumidor han vivido en un sistema de economía lineal que consiste en producir, «Consumir – Tirar – Volver a producir». Sin embargo, hoy en día comienza a imponerse una visión circular donde el proceso consiste en reciclar.
El esquema de economía circular es el siguiente: «Reducir-Reusar-Reciclar».
En la naturaleza no existen la basura ni los vertederos: todos los elementos cumplen una función de manera continua y son reutilizados para su aprovechamiento en diferentes etapas.
La economía circular aboga por utilizar la mayor parte de materiales biodegradables posibles en la fabricación de bienes de consumo –nutrientes biológicos- para que éstos puedan volver a la naturaleza sin causar daños medioambientales al agotar su vida útil.
El sector de recambios de automóvil y demás vehículos toma cada vez mayor conciencia de esto y adopta medidas para reducir los materiales desechados que se convierten en chatarra o residuos y por ende, en contaminación. Los neumáticos son una de las piezas del automóvil donde cabe aplicar el concepto de economía circular.
En el último año, el índice de neumáticos reciclados ha alcanzado cifras históricas.
En el último año, el índice de neumáticos reciclados ha alcanzado cifras históricas. Gracias a la iniciativa privada en colaboración con universidades y centros tecnológicos.
Se han impulsado diferentes proyectos para dar valor a los materiales reciclados, destacando el desarrollo de piezas de granulado de caucho y resina mediante sistemas de producción en continuo, la aplicación de la nanotecnología a las partículas de caucho o desarrollo de superficies de altas prestaciones con caucho para pistas ecuestres, entre otros.