La utilización del polvo de neumático en mezclas bituminosas  para hacer carreteras tiene muchas ventajas. Las especiales características de flexibilidad del caucho son trasmitidas al asfalto para dotarlo de unas prestaciones técnicas ideales para su uso. Estas mezclas se comportan mucho mejor ante las deformaciones provocadas por el paso de los vehículos, reduciendo sustancialmente la aparición de grietas y roderas y mejorando con ello el ciclo de vida completo de la carretera.

¿Por qué no se usa el polvo de neumático en la construcción de carreteras?

No resulta sencillo explicar lo que ocurre, ya que no hay una causa única que explique este consumo tan bajo. En primer lugar existe un desconocimiento de esta tecnología por parte de los organismos y profesionales encargados de diseñar y construir las carreteras. Además, en ocasiones las carreteras se proyectan con mezcla bituminosa hecha con polvo de neumáticos, pero posteriormente son quienes las ejecutan quienes lo sustituyen por mezclas convencionales aludiendo falta de información, de experiencia o de medios.

Hay que tener en cuenta que la mezcla con polvo de neumático ofrece múltiples soluciones técnicas, como las reducciones de espesor de la capa, la alternativa a una modificación en profundidad de una vía deteriorada, o la dotación de mayores prestaciones de capas equivalentes, además de su contribución con la sostenibilidad en el amplio sentido de la palabra.